Archivo por días: 2013/01/13

El inglés es malo para el debate europeo

No lo digo yo, y no es un caso de anglofobia: es un debate que está teniendo lugar estos días en la blogosfera europeísta: el predominio del inglés mata el debate europeo.

Es una frase de Ronny Patz, un politólogo, doctorando en la Universidad de Potsdam, que trabaja en Bruselas, en la oficina de la UE de la organización Transparencia Internacional, y es uno de los blogueros más destacados sobre temas europeos, editor entre otros del portal Bloggingportal.eu.

En su primer artículo del año 2013 ha vuelto a relanzar una discusión que se repite periódicamente y que han tratado recientemente también Javier Ruiz, otro bloguero español, ahora residente en Suecia, o Joe Litobarski, sobre los problemas causados ​​por el uso del inglés como lengua principal en la blogosfera común sobre asuntos relacionados con la Unión Europea.

El problema, según Patz, no es sólo el hecho de que los blogueros de otras lenguas permanecen encerrados en sus espacios nacionales, sino también que en la blogosfera en inglés dominan demasiado los debates específicos relacionados con los países que tienen este idioma como principal, y especialmente, cuando se trata de la UE, los de Gran Bretaña. En sus propias palabras:

El inglés como lengua común es malo. Si lográsemos acallar los debates recurrentes sobre Gran Bretaña, el inglés sería una herramienta excelente para un debate a escala europea. Pero como no podemos silenciar el debate británico, estamos condenados (nota: esto es una exageración). Por lo tanto, mi intención para el 2013 es la siguiente: en la medida de lo posible ignorar los debates británicos, no difundir las entradas sobre este asunto en Bloggingportal.eu, y en vez de ello enlazar a otras discusiones.

Cualquier debate sobre temas ingleses, como las repetidas amenazas sobre la salida del Reino Unido de la UE, se discute mucho más que, por ejemplo, los problemas de los campesinos polacos y la conveniencia o no de la entrada de Polonia en la zona euro.

Ya lo hice ver no hace mucho, en otro artículo de este blog, en el que abogaba por una Europa esperanto (es decir, «una Europa democrática, sin privilegios para habitantes de países poderosos ni para capas sociales que tienen los medios de influir en las decisiones tomadas en lugares alejados del resto de ciudadanos»): «se habla de que se necesita respeto a la diversidad, pero un idioma nacional domina la vida europea, al igual que un pensamiento único gobierna la política económica y una camarilla de políticos, o bien no electos o sólo designados por una parte de los ciudadanos, imponen todas las decisiones.»

Justamente el esperanto podría ser, en teoría, una solución a este problema. Un idioma neutral, de todos, suficientemente fácil como para poder dar las mismas oportunidades a cualquier persona que se interese por la política europea. De hecho, en esa misma discusión entre blogueros influyentes, uno de ellos Mathew Lowry, australiano de Bruselas, creador de la plataforma BlogActiv.eu, proponía a los esperantistas que creásemos una red de blogs en los distintos países para discutir temas relacionados con la UE.

Confieso que soy escéptico, y así lo he manifestado públicamente (en la revista en red Libera Folio). Europa CivitanoEs verdad que existe alguna iniciativa interesante, como el blog «Eŭropa Civitano» , que recoge informaciones muy variadas sobre los problemas europeos, de forma mucho más diversa y amplia que la mayoría de los medios convencionales, en una prueba más de la diversidad encarnada por el esperanto. Pero por el momento los avances son demasiado reducidos. Como ya dije en otro momento: nuestro problema actual es que no alcanzamos la necesaria masa crítica, y proyectos de este tipo requieren unos medios y compromiso de los que los esperantistas europeos carecemos.

Pero en general el debate puede ser un buen indicador de que los propios observadores más directos de la realidad de las instituciones europeas no están muy satisfechos con la situación actual.

Lo prueba también la espantá del periodista Jean Quatremer, corresponsal en las instituciones europeas del diario francés Libération, que se negó a asistir a la presentación de la nueva presidencia irlandesa de la Unión, en protesta por que todos los actos y documentos se presentaron únicamente en inglés. Un incidente muy difundido y polémico, pero que en España, que está siempre de espaldas a estos debates europeos, ha pasado inadvertido.

Quien mejor ha expresado la clave del asunto es, significativamente, Philip Gordon, encargado de Europa en la secretaría de Estado de los Estados Unidos, que dijo hace unos días

“Tenemos una relación creciente con la UE, que a su vez tiene una voz creciente en el mundo, y queremos ver una fuerte voz británica en ella. Va en interés de los Estados Unidos (That is in America’s interests). Gran Bretaña siempre ha sido un socio especial de los EE.UU. Comparte nuestros valores, nuestros intereses, y dispone de recursos significativos para aportar. Más que nadie, su voz en la Unión Europea es esencial y crítica para los EE.UU.”

El predominio del inglés en la UE avanza de forma imparable. Y a quien más le beneficia es al gobierno de Estados Unidos.