OTRO UNIVERSALISMO ES POSIBLE

En los últimos tiempos, diversos acontecimientos mundiales han mostrado cambios en la manera en que las personas abordan los problemas de la mundialización, y han puesto en evidencia que algunos de los rasgos de la organización de las relaciones internacionales no satisfacen las necesidades de las personas normales.

Algunos quizás podrían pensar que el problema es la propia mundialización, pero muchos otros consideramos que la culpa viene en realidad de la forma en que se han organizado las relaciones internacionales, por medio de la hegemonía de una cultura, una nación, un área geográfica, y también, como un buen símbolo de ese dominio en las relaciones mundiales, de una lengua que ha servido como base de la globalización.

Sin embargo, es posible otra mundialización, una en la cual todas las personas puedan sentirse iguales y con los mismos derechos, en la cual las grandes potencias no imponen su cultura a las demás. El universalismo y el deseo de aproximarse a la humanidad, sin fronteras ni barreras, deben sobrevivir a esta crisis, porque no son ellas quienes tienen la culpa de los males causados por el proceso actual.

Un buen ejemplo de que existe otra solución es la permanencia y el vigor de la lengua internacional esperanto. Durante muchos años se ha mostrado como una herramienta de comunicación eficaz entre personas de todo el mundo, sin necesidad de que nadie abandone su propia lengua, y sin ese sentimiento, que todos experimentamos cuando hablamos las lenguas de otros pueblos, de que nuestra situación es inferior. Cuando nosotros hablamos en esperanto con otras personas, todos sentimos que tenemos un terreno común, que somos iguales, y a la vez podemos experimentar sentimientos de amistad por encima de las fronteras que nos separan.

El esperanto es una muestra perfecta de que es posible otra forma de relacionarnos con el mundo, y que el universalismo y el sentimiento de comunidad entre personas de todo el planeta siguen siendo válidos, pero que tenemos que buscar otra forma de organizarlos. No es el momento de crear otros muros, sólo debemos encontrar nuevos caminos para superar los actuales.

Toño del Barrio.
El texto fue publicado por primera vez (¡en Esperanto!) en el Diario de Teruel.
Puede leerse esa versión en esperanto aquí.
Versiones posteriores han sido publicadas en inglés y en alemán.