Los anacionales son, claro está, los miembros y simpatizantes de SAT, la Asociación Anacional Mundial, que durante la próxima semana van a tener su encuentro anual por primera vez en su historia en la ciudad de Madrid.
SAT es un asociación histórica, fundada en 1921, de la que ya he escrito aquí. Es la principal representante del movimiento obrero partidario del esperanto, que durante muchos años ha sido una de las principales ramas del esperantismo mundial. De alguna manera es una muestra de la imagen que muchos en España tienen sobre los esperantistas históricos: de izquierdas, utópicos, con tendencias cercanas al anarquismo (aunque, como tantas veces he insistido, la verdad es que los hablantes de esperanto son un colectivo extremadamente plural). Las tendencias contrarias a las naciones y las fronteras han sido siempre muy fuertes en SAT, ya desde el nombre y sobre todo bajo la influencia de su primer dirigente, el muy interesante y hoy casi desconocido Eugenio Lanti.
El 86 Congreso mundial de SAT comienza el día 28 de julio, y finalizará el 4 de agosto, aunque hay previstas algunas visitas culturales durante la semana siguiente. Aparte de las reuniones internas de la organización, está previsto un programa cultural muy rico, buen ejemplo de la cultura del esperanto, que SAT ha cuidado siempre con esmero: conferencias, debates, actuaciones musicales, películas, teatros, literatura. También están programadas actividades lúdicas y turísticas.
La mayor parte de las actividades se desarrollarán de forma abierta, y algunas serán accesibles incluso para quien se interese por el esperanto pero no sepa el idioma. Por ejemplo, habrá una charla introductoria sobre el idioma y sobre SAT el sábado 3 de agosto por la mañana, que impartiré yo mismo. También está anunciado un curso introductorio al esperanto durante todas las mañanas. Se puede ya visitar una exposición en la propia sede del congreso, el Colegio Mayor Chaminade, en la Ciudad Universitaria. Algunas charlas tendrán traducción simultánea y algunas de las películas y actuaciones musicales pueden seguirse sin necesidad de conocer el esperanto. Todos los detalles sobre este programa abierto pueden leerse en esta web.
Me atrevo incluso a sugerir la asistencia a uno de los frutos más valiosos que quedarán del encuentro, y que anuncié ya hace unas semanas: la colección de alta literatura española combativa y comprometida, traducida al esperanto, bajo el título, tomado obviamente del famoso verso de Gabriel Celaya, «Poesía: arma cargada de futuro». Y para ver que a veces se puede disfrutar del esperanto incluso sin llegar a dominarlo, os dejo con uno de los aperitivos que el traductor, Miguel Fernández, nos regaló durante el pasado Congreso Español de Esperanto, el «Kanto al la Libero» de José Antonio Labordeta.
Y si ya sabéis algo de esperanto, venid con más razón todavía. Veréis que gratificante es asistir a un encuentro donde las fronteras no son determinantes.