Archivo por meses: enero 2011

Sin traducción en el Senado

Gran escándalo se ha producido por el uso de las lenguas cooficiales en el Senado. ¡Imperdonable despilfarro en épocas de crisis! El debate ha dividido a quienes están a favor de la visibilidad de las lenguas minoritarias, frente a quienes lo ven innecesario y caro.

No voy a entrar a fondo en algo ya tan debatido por otras personas. Pero me permito presentar un compromiso, a la vez original y razonable: que se usen todas las lenguas españolas pero no se traduzcan.

¿De verdad un senador no es capaz de entender el gallego o el catalán sin un traductor (el caso del vasco lo dejo para luego)? Una Cámara diseñada para representar la pluralidad de España debe mostrarla en su seno, pero es que también sus integrantes deberían ser conscientes y representantes de esta diversidad.

Además, creo que no es difícil. Se ha hecho casi habitual no traducir ni subtitular las declaraciones que se muestran en gallego en la televisión, y casi todos los hispanohablantes son capaces de entenderlas sin grandes dificultades. El caso del catalán no es muy diferente, y conozco a algún gallego que se ofende de que no se subtitule su lengua pero sí el catalán. En cualquier caso, incluso aunque no sea inmediato para todo el mundo, los senadores podrían hacer un esfuerzo, y además nos evitamos las polémicas sobre el caso del valenciano o el balear. Ojo: no estoy hablando de aprender a hablar o escribir la lengua, sino de entenderla. Es decir, sugiero un bilingüismo pasivo.

Si hace falta, creo que nadie se opondría a que se impartieran clases para los senadores nuevos al principio de la legislatura. Sólo en casos excepcionales podría recurrirse a los traductores, o incluso, dado que actualmente casi todos los discursos suelen ser leídos, a la entrega previa de una traducción escrita, lo cual por otra parte sería inevitable en la práctica en el caso del eusquera.

Ello evitaría la mayor parte de los gastos que tanto parecen importar en estos tiempos (aunque si se recurriera a la medida de los famileuros que proponía en un anterior artículo se observaría que estamos hablando de cantidades de unos familicéntimos, muy inferiores a lo que se gasta en otros proyectos mucho menos importantes). Además, el mismo método podría emplearse en el resto de encuentros informales, en comisiones, pasillos o cafeterías, que también se han mencionado en otras reacciones.

Pero sobre todo sentaría un importante ejemplo para otros encuentros que se plantean en la convivencia cotidiana en España. Seguramente ganaría la normalización si viéramos que nuestros representantes son capaces de hacerlo. La mayoría de españoles medianamente cultos podrían llegar fácilmente a alcanzar un nivel suficiente para niveles medios de comprensión.

Además, creo que este procedimiento se podría generalizar. No sólo al resto de ciudadanos, sino a otras lenguas.

Entender las lenguas romances

De hecho, a pesar de que he aprovechado esta circunstancia particular del debate en el Senado, se trata de una propuesta que me ronda desde hace algún tiempo, y al que ya hace tiempo tenía previsto dedicar algún artículo, tras diversos contactos con italianos y hablantes de portugués. Y es que con carácter general debería ser innecesario traducir entre la mayoría de las lenguas romances. Desde luego, más absurdo aún es emplear una lengua de relación perteneciente a una familia separada, como el inglés, algo que he experimentado y he visto hacer a menudo a turistas españoles en Italia.

En realidad, la mayoría de las lenguas romances se parecen lo suficiente como para que, con un pequeño entrenamiento, casi cualquier persona pueda entender a un hablante de otra de estas lenguas. Insisto: no digo hablar el idioma, lo cual es evidentemente más difícil, sino entenderlo. Es decir, practicar el bilingüismo pasivo al que hacía referencia anteriormente.

Sé que tampoco es inmediato, y por eso hablo de entrenamiento, aunque mejor tendría que decir educación. Los gobiernos de países latinos deberían promover la enseñanza del resto de lenguas de la misma familia. Podría incluso sustituirse las lecciones de latín de la enseñanza media, que no tienen ningún sentido tal como hoy en día se promueven, y sustituirlas o complementarlas con una asignatura de lenguas latinas, más amplia y más general. Esta asignatura, coordinada en los distintos países, podría ayudar a alcanzar ese conocimiento pasivo de algunos de los idiomas más cercanos. Soy consciente de que en el caso de los hispanoparlantes ello no es fácil para conocer el francés o el rumano, pero al menos podría alcanzarse un nivel medio, mientras que entender italiano, portugués, y, desde luego, catalán o gallego, no presentaría ninguna dificultad.

Sugiero además que los acuerdos sean multilaterales y regionales. No sería difícil que los gobiernos latinos europeos se pusieran de acuerdo. También en el caso de Latinoamérica, aunque quizás con algunos matices diferentes (por ejemplo, insistiendo más en el español y el portugués). Un acuerdo más general corre el riesgo de quedarse en simbólico, como ocurre en el caso de la casi inoperante Unión Latina.

Se podría incluso incluir al esperanto, que en muchos aspectos es casi una lengua romance. De todos modos, en este caso no hay problema, ya que aquí el idioma se puede aprender de forma activa con la misma facilidad. Pero eso da para otro texto 😉

A Microsoft no le gustan los sistemas abiertos

El título de este artículo es lógicamente una obviedad, al menos en lo que respecta a los programas, los lenguajes operativos e incluso los códecs. Pero es que a Microsoft no le gustan ni siquiera los idiomas abiertos.

El contexto de mi comentario es su reacción al anuncio por parte de Google de que esta compañía va a cesar en su soporte al códec de vídeo mayoritario actualmente, el H.264, que está sometido parcialmente a patentes, para dar prioridad a un estándar abierto, el WebM. El movimiento ha sido muy polémico, con apoyo por parte de la mayoría de quienes favorecen estándares no propietarios, y críticas por quienes ven segundas intenciones por parte del buscador.

Una de las críticas más mordaces ha venido de parte de Microsoft, uno de los miembros del consorcio que favorecía el H.264. En un mensaje en el blog corporativo, Tim Sneath, que se presenta como “Senior Director of Windows and Web Evangelism” en Microsoft, ha escrito una especie de comunicado paródico, en el que haciéndose pasar por el “Presidente de los Estados Unidos de Google”, hace un llamamiento a sustituir el idioma inglés (cuya mención enlaza al artículo de la Wikipedia sobre el H.264), por el idioma internacional esperanto (enlazado a la página oficial del proyecto WebM) o incluso al klingon (asimilado a otro proyecto, Theora). esperanto y WebMSe incluyen varias comparaciones entre el estándar abierto y el esperanto, que se ve descrito como una utopía fracasada, y contra el que se hacen diversas consideraciones despreciativas (y en la mayor parte de los casos inexactas, como que fue creado el siglo pasado, carece de contexto cultural, tiene dialectos o es hablado por diez mil personas). Incluso se ilustra el artículo con la bandera del esperanto, con una leyenda que, paradójicamente, está escrita en latín macarrónico.

El artículo ha recibido mucha difusión en medios especializados. Los expertos que me lean podrán encontrar referencias en inglés en numerosos foros, y también en sitios más generalistas como Twitter. Hay amplias alusiones en páginas como Engadget, Cnet, Geek.com y otras webs especializadas.

Evidentemente, el artículo emplea el esperanto sólo como un recurso retórico, y no analiza la lengua como tal. Pero hay un fondo de verdad en la comparación, y no está mal que Microsoft lo reconozca. De hecho, esta paradoja se percibe mejor en los foros en otras lenguas (apenas he encontrado discusión sobre el tema en español, curiosamente). Por ejemplo, me comentan algunos compañeros que hay una viva discusión en el más importante foro ruso Habrahabr.ru, donde, por cierto, casi todas las opiniones son favorables al esperanto (un ejemplo: “Uf, y pensar que por un momento creí que era verdad. Y pensé, al diablo el inglés, voy a aprender esperanto y trabajaré en Google. Y me decepcioné cuando comprendí que se trataba de una parodia”)

Hay quien ha criticado el artículo en los comentarios del propio blog, diciendo que el inglés es gratuito, mientras que el códec actual no lo es. Sin embargo, cualquiera sabe que aunque a nadie le cobran por emplear el inglés, su aprendizaje cuesta un esfuerzo y un dinero que los nativos no tienen que invertir. En ese sentido, el esperanto es un medio abierto, y cualquier movimiento hacia el uso de programas o sistemas gratuitos puede ser comparado adecuadamente con la promoción y uso del esperanto. No es de extrañar en este sentido la gran cantidad de usuarios de sistemas como el Linux entre los esperantistas, y de que la comparación del esperanto como el Linux de los idiomas sea casi un lugar común. Incluso, como me apunta un amigo, el principal inconveniente que tiene el esperanto, y que dificulta su adopción como idioma internacional general, es el mismo que podría encontrar el WebM, y tantos otros sistemas abiertos: que su papel está en parte ocupado por un sistema propietario (en el caso lingüístico, el inglés), en ocasiones con malas artes, tal como es costumbre entre otros en el caso de Microsoft, por lo que el coste de transición a un sistema nuevo, aunque sea infinitamente mejor y más justo, se ve dificultado por ese “efecto red”.

Microsoft no sólo es enemigo de los sistemas abiertos. Es, desde siempre, un enemigo del esperanto. Ningún programa ni servicio soporta esta lengua. En Word puedo identificar este texto como escrito en veintiuna variedades de español, tres de quechua o dos de bereber, pero no puedo decir que está escrito en esperanto. Ni Windows ni Bing contemplan el esperanto en ningún lugar.

Por el contrario, Google, con todos sus defectos, ha sido siempre más favorable o simplemente más respetuoso con lenguas como el esperanto. El buscador y varios de sus servicios son configurables en esperanto. Aún no es posible emplear el traductor automático, pero ello se debe sin duda al método empleado, que requere un amplio corpus de textos bilingües, del que aún no se dispone en la red en cantidades suficientes, pero sí es posible identificar el esperanto en el Google Translation Toolkit. Y, lo más destacado en los últimos tiempos, Google incluyó un homenaje en su página de inicio al iniciador del esperanto, el Dr. Zamenhof, en el 150 aniversario de su nacimiento, con amplias consecuencias informativas .

En anteriores ocasiones he mostrado cierto cuidado en no apoyar necesariamente a estas grandes empresas de la red, sólo porque promuevan el multilingüismo. Pero en el caso de Microsoft, es que ni se molestan en disimular.

Cristo contra la familia

Empecemos por una confesión: dos o tres veces por semana escucho las emisiones de Radio Vaticana. Creo que es bueno leer o escuchar las opiniones de quien no piensa como tú, sobre todo si se expresan con claridad y respeto, y prefiero conocer el original que las distorsiones de extremistas y talibanes como la emisora episcopal española, que además pago con mis impuestos. También, todo hay que decirlo, porque lo escucho en esperanto, una lengua que parece hacer el milagro de unir a las personas por encima no sólo de fronteras, sino a veces hasta de ideologías.

Radio Vaticana me aporta a veces también la necesaria dosis de indignación. Especialmente cuando asoma, tan a menudo, la hipocresía. Cuando se muestran como si fuesen los únicos o mayores defensores de causas a las que han llegado tarde, o que contradicen continuamente en su actividad cotidiana. Cuando parece que son los máximos defensores de la tolerancia (¡incluso de la religiosa!), de la abolición de la pena de muerte (ellos, que la tenían hasta hace nada en el Catecismo y tan poco hicieron por combatirla en el franquismo o en las dictaduras latinoamericanas), de la limpieza financiera (¿recordamos la Banca Vaticana?) o de la conducta moral en relación con el sexo (en fin…)

Manifestación católica por la familiaPero donde más me indigna la posición de la Iglesia Católica es cuando se erigen en máximos defensores de la familia. Que unos señores célibes organicen, como está ocurriendo en estos mismos momentos en Madrid, una manifestación a favor de algo que no practican, es algo que sólo puede ocurrir en un mundo surrealista. Mientras los demás estamos atendiendo a nuestros hijos, ellos dedican el tiempo a masturbaciones mentales como esa perla con la que nos obsequió hace unos días un obispo: «El ministro de la familia en el gobierno del Papa, el cardenal Antonelli,  me comentaba hace pocos días en Zaragoza que la Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual.»

Está claro: no saben en qué consiste una familia de verdad, se trata de ideología en estado puro, no basada en una experiencia real. Pero estos días he entendido el verdadero origen de esta ideología anti-familiar de la Iglesia Católica. No es que en su vivir cotidiano se hayan apartado de las enseñanzas de Cristo, sino que lo siguen al pie de la letra. Y es que Jesucristo era contrario a la familia.

La familia en el Evangelio

Si no lo crees, compruébalo tú mismo. Lee la Biblia. No necesariamente el Antiguo Testamento, esa colección de mitos de unos pastores semitas, donde la poligamia o el repudio se defienden sin complejos, sino la fuente que nos dicen que es el fundamento de la religión cristiana: los Evangelios. Yo lo estoy haciendo estos días, entre otras cosas para ver cómo se describía la Navidad en el texto original (ver nota abajo)

Y la mayor sorpresa que me he encontrado es el tratamiento de la familia. Veamos el libro más detallado, el evangelio de Lucas. Sin entrar en demasiadas consideraciones sobre la generación y el nacimiento, tanto de Juan Bautista como del mismo Jesús, que a mí me parecen disfuncionales, pero que supongo que tienen un interés simbólico y teológico, veamos el resto de apariciones de la familia:

Lucas 2:49 Jesús reprocha a sus padres que le busquen cuando está en el Templo. “Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe de las cosas de mi Padre?” (de Dios, obviamente, no del otro)

Lucas 8:19-21 Vino su madre con sus hermanos (por cierto, cuando se lee el original es obvio que se habla de hermanos de verdad, no de otros parientes, como tan empeñada está la Iglesia en convencernos) y no lograron acercarse a él a causa de la muchedumbre, «y le comunicaron: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y desean verte. Jesús respondió: Mi madre y mis hermanos son éstos, los que oyen la palabra de Dios y la ponen por obra» Y se pasa a otro episodio: en ningún caso Jesús toma ningún interés en recibirles.

Lucas 11:27-28 «Mientras decía estas cosas, levantó la voz una mujer de entre la muchedumbre, y dijo: ¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que mamaste! Pero él dijo: Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.»

Lucas 9:59-62 No sólo es interesante que todos sus discípulos abandonan a su familia para seguirlo (hay menciones a que algunos están casados), sino que Jesús pide explícitamente que se pierda el contacto con la familia, como en cualquier secta destructiva. «A otro le dijo: Sígueme, y respondió: Señor, déjame ir primero a sepultar a mi padre. Él le contestó: Deja a los muertos sepultar a sus muertos; y tú vete a anunciar el Reino de Dios. Otro le dijo: Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa. Jesús le dijo: Nadie que después de haber puesto la mano en el arado mire hacia atrás es apto para el Reino de Dios.»

Más explícito aún es Lucas 14:26 «Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo», Lucas 18:29-30 « En verdad os digo que ninguno que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por amor al reino de Dios, dejará de recibir mucho más en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero» o Lucas 21:16 «Seréis entregados por los padres, por los hermanos, por los parientes y por los amigos, y harán morir a muchos de vosotros»

Lucas 12:51-53 «¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? Os digo que no, sino la disensión. Porque en adelante estarán en una casa cinco y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; se dividirán el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

Lucas 20:35 En la vida eterna no habrá maridos y mujeres, cuestión, por cierto, que los católicos suelen ignorar.

Y ya no hay más alusiones a la familia concreta (sí en las predicaciones, pero, nunca mejor dicho, una cosa es predicar y otra dar trigo). Aunque en el evangelio de Juan, una de las personas que están al pie de la cruz (aunque no en la resurrección) es la madre de Jesús, ésta no aparece en los otros evangelios, en una más de las muchas contradicciones de unos escritos teóricamente inspirados por Dios.

En fin, cada uno que entienda lo que quiera, aunque ya sé que la Iglesia católica no es muy partidaria de que cada uno lea la Biblia, y conozca de verdad lo que decía su presunto fundador. Como ya dije otra vez, al hablar de la concepción de María, y de como casi todo el mundo desconoce lo que de verdad significa esa doctrina, la jerarquía religiosa prefiere que no conozcamos lo que en teoría deberíamos creer.

Pero mi conclusión es clara: en este caso los sacerdotes y obispos son coherentes en sus acciones, aunque no lo sean en sus palabras. El Cristo de los evangelios estaba en contra de la familia. Al menos de la suya. Como cualquier líder de una secta.

Postdata: Para el que esté interesado en la versión original de la Navidad, el nacimiento de Jesús sólo se menciona en dos de los evangelios, y con dos cuentos tan diferentes y contradictorios, que la Iglesia se vio obligada a crear algo intermedio para nuestro entretenimiento. En Mateo, la familia vivía en Belén, llegaron los Magos, hubo una matanza de Inocentes, huyeron a Egipto, y luego se fueron a Nazaret porque Belén no era segura. En Lucas la familia vivía en Nazaret, María visitó a Isabel y regresó a su casa, fueron a Belén por el censo, se alojaron en la cuadra, les adoraron los pastores, le circuncidaron y presentaron en el templo y luego se volvieron a Nazaret. En fin, un completo cuento, creado para intentar encajar con antiguas profecías o para mostrarle como superador de Juan Bautista, sin duda más famoso en aquel tiempo. En este caso, mejor que nos lo cuenten ya preparado, que, si no, se nos quita la ilusión.