Este pasado fin de semana hemos tenido casi una sobredosis de poesía. Bajo el lema «Lengua y sentimiento» se ha celebrado en Zaragoza el Congreso Español de Esperanto, y hemos tenido ocasión de disfrutar de la literatura en la lengua internacional, pero también de análisis sobre varias obras literarias españolas que están traducidas al esperanto.
Sobre la literatura original en esperanto ya escribí un pequeño repaso en esta web. En esta ocasión nos acompañaron algunos de los mejores escritores actuales en esperanto, miembros de los que se ha denominado la Escuela Ibérica (Antonio Valén, Jorge Camacho, Miguel Gutiérrez Adúriz, Abel Montagut, Miguel Fernández, a los que se puede ver en la foto de al lado), con charlas o contribuciones muy variadas, desde la presentación de nuevos poemarios (Camacho) o juegos literarios (Montagut) hasta un análisis (Valén) de la obra de Kálman Kalocsay, el autor húngaro a quien se debe la frase que dio el lema del congreso y que mencioné al comienzo.
Miguel Fernández en este caso no habló de obra original, sino de traducciones. En particular, de una obra monumental que está en producción, la traducción al esperanto de algunos de los mejores poetas de este siglo pasado, y cuyo primer fruto podremos disfrutar seguramente este verano. Concretamente, durante el congreso de la Asociación Mundial Anacional (SAT, el movimiento de los esperantistas obreristas, del que ya he hablado aquí en otras ocasiones), que este año tendrá lugar en Madrid, se presentará una antología de poesía española comprometida y revolucionaria, desde García Lorca hasta Gabriel Celaya, pasando por Marcos Ana y muchos otros. Como avance, puede ya gozarse en la red de la traducción del «A galopar» de Rafael Alberti, o de «El herido» («Para la libertad») de Miguel Hernández.
También sobre traducciones de literatura española al esperanto (de lo que ya he escrito detalladamente aquí y de las que tengo varios ejemplos en esta web) hablaron otros ponentes. Antonio Marco Botella recordó a Fernando de Diego, el principal traductor de obras españolas al esperanto, que durante muchos años vivió en Zaragoza, y a quien se dedicó un pequeño homenaje. José María Salguero (Kani) llevó a cabo un interesante análisis de una obra muy conocida, el Romance del Prisionero, y sus múltiples capas y posibilidades de interpretación. Por cierto, que también de ese poema se puede leer una versión en esta web, aunque, eso sí, y no voy a entrar en detalles, diferente de la que utilizó Kani en su intervención.
La poesía tuvo incluso su papel en la inauguración formal: nos acompañó Emilio Gastón, el que fue primer Justicia de Aragón tras la restauración de esta figura, y que tiene una especial vinculación al esperanto (no sólo él: su abuelo fue fundador del grupo zaragozano de esperanto, y sus tías Inés y Emilia fueron dos de las activistas más importantes del movimiento esperantista español en los años 50 y 60 y suelen ser consideradas como las dos primeras hablantes nativas de esperanto) Pues bien, pudimos disfrutar de su poema sobre nubepensadores no sólo recitado por él mismo, sino en su recién estrenada versión en esperanto.
En fin, no sólo hubo poesía. También tuvimos música, y muy variada, desde la clásica de Chopin a la electrónica de Solotronik, pasando por la muy marchosa de JoMo, de cuyo concierto se puede disfrutar aquí y aquí. Hicimos algo de turismo, trabajamos en cuestiones organizativas, informamos al público y sobre todo lo pasamos bien entre amigos. ¿Quién puede pedir más?