Penosa traducción en los libros de humanidades

Hace tiempo escribí un texto quejándome de la baja calidad de las traducciones científicas. Como dije allí, este es un asunto que las editoriales no cuidan apenas, de forma que suelen encargar la labor, bien a un traductor profesional que domina los dos idiomas, pero no la materia que está tratando, o a una persona con formación científica, pero que no es un profesional de la traducción, con lo cual el estilo suele ser deficiente, y en el texto se cuelan falsos amigos e incorrecciones. Aunque en aquel momento me centré en la ciencia y sobre todo la divulgación científica, este fenómeno es una plaga que no se limita sólo a este género, sino que se extiende a otros campos no literarios, incluyendo los ensayos y la divulgación en materia de humanidades (lo que, por cierto, demuestra, por si hacía falta, que esta división entre ciencia y humanidades no tiene ninguna razón de ser, y que la verdadera división en los libros se produce entre ficción y no-ficción)

Tan raro es encontrar una buena traducción, que cuando alguna vez la he destacado, lo he subrayado aquí. De hecho, en este blog ya lo había mencionado en más ocasiones, e incluso comenté que iba a dejar de leer libros traducidos, si puedo encontrar el original y conozco algo el idioma.

Ahora me he encontrado con un libro que tenía mucho interés en leer, y que voy a abandonar tras el primer capítulo, porque su traducción es atroz. Y eso que el libro es famoso, y la editorial pertenece a una universidad. Se trata de “El lado oscuro de la democracia”, de Michael Mann, y la razón por la que estoy interesado en el libro la iba a contar aquí, pero como el texto se va a hacer algo largo, lo dejo para el próximo artículo.

Ahora voy a comentar sólo algunos de los errores de la traducción, para que se vea que no se trata sólo de pequeños fallos, que a todos se nos escapan, sino de una auténtica chapuza, que avergüenza sobre todo a la entidad que la ha encargado, ni más ni menos que el Servicio de Publicaciones de la Universitat de València.

Veamos algunos ejemplos, aprovechando que parte del libro original es accesible en Google Books y he podido comparar ambas versiones. Empecemos por cuatro casos en los que la traducción es incorrecta o suena rara, pero al menos se entiende el sentido de lo que el autor quería decir:

  • Landlord and Kulak classes were exploiting the nation
    Se ha traducido como «el señor y las clases kulak explotaban a la nación» ¿Es que la traductora no sabe lo que eran los kulaks? Se trata evidentemente de «las clases de los terratenientes y los kulaks»
  • An effective Goth wants to be like a Roman; only a poor Roman would want to be a Goth
    Es una frase que se atribuye al rey ostrogodo Teodorico. En el libro se traduce como «Un godo eficaz quiere ser romano; sólo un pobre romano querría ser godo» ¿Tiene eso algún sentido? ¿Qué significa un godo eficaz? Evidentemente, es mejor la que se encuentra a poco que se mire en la Red: «Un godo que se precie quiere ser como un romano; sólo un romano pobre querría ser como un godo»
  • The Pacific Front in World War II
    Se traduce como “El Frente Pacífico”; aquí debo reconocer que esta expresión se puede encontrar en muchos otros lugares en la red, y que alguno podría defenderlo; sólo lo menciono porque creo que se trata de pereza y no heberse parado a pensarlo: en la Guerra Mundial no hubo un Frente Pacífico, casi por definición, sino un Frente del Pacífico.
  • Party-states
    Estoy de acuerdo que no es fácil encontrar una traducción exacta y válida en todos los casos para esta expresión, pero desde luego en ningún caso «Partidos-estados».

Pero lo que considero más grave son los casos en que no se entiende para nada el sentido de lo que uno está leyendo, y al final resulta que se dice lo contrario de lo que el autor pretendía. Eso demuestra que no se trata sólo de una mala labor del traductor, sino que ningún especialista ha controlado el contenido del libro, y la editorial no se ha preocupado ni lo más mínimo de asegurar su calidad. He sufrido esa impresión de forma continua en lo que leía, pero hay tres casos en que la confusión era tan evidente, que he intentado localizar el original, para ver cuál era el sentido de lo que Mann quería decir, y, aquí están los resultados.

  • Página 33: «Según la teoría de la sociedad civil, la democracia, la paz y la tolerancia se dan cuando los individuos están involucrados en ricas y vibrantes relaciones sociales alimentadas por instituciones que voluntariamente les protegen de la manipulación de las élites estatales (…) y más adelante veremos que eso también fue cierto en el caso de los nacionalistas serbios, croatas y hutus. La sociedad civil puede ser perversa»
    No sé para los demás, pero para mí esto no tiene sentido. Y en efecto, si se busca el original, se constata que donde he escrito el símbolo (…), que en la versión española contenía una referencia bibliográfica, en la versión inglesa hay además una refutación de la frase anterior, que ha desaparecido en castellano, y que puede traducirse así: «Esto es una ingenuidad. A menudo los etnonacionalistas radicales tienen éxito justamente porque sus redes en la sociedad civil son más densas y más movilizadoras que las de sus rivales más moderados. Esto fue cierto en el caso de los nazis…» Lo cual ya sí es una frase con sentido, y especialmente perspicaz, muy pertinente en el análisis de los nacionalismos étnicos.
  • Página 44: «A diferencia del capital y del trabajo, la tierra es infinita. La posesión excluye a los otros del uso.» De nuevo esto no tiene sentido. Lo que dice el original es «Unlike capital or labor, land is finite. Possession excludes others from its use.» Es decir, justamente lo contrario: que la tierra es finita (lo cual explica gran parte de las limpiezas étnicas en sociedades campesinas)

Y para rematar:

  • «El hecho de que Nerón fuera el chivo expiatorio de los cristianos del gran incendio de Roma y de los ataques a los judíos en la Europa de la Edad Media, son claros ejemplos.» Hace falta no tener ni idea de historia, o haber hecho las cosas muy rápido, para no darse cuenta de que algo falla aquí. Y, claro está, la frase dice en realidad «Nero’s scapegoating of Christians for the great fire of Rome and attacks on Jews in the European Middle Ages are obvious examples.» Es decir, es al revés, que Nerón utilizó a los cristianos como chivos expiatorios (bueno, eso no está tan claro, pero no vamos a discutirlo ahora), y que lo de los judíos es otro ejemplo de lo que se comenta, y que no tiene nada que ver con el pobre Nerón.

Aquí, en la página 49 de la edición española, se me ha agotado la paciencia. Intentaré conseguir la edición original, o cualquier otra en cualquier otro idioma. Pero pretender penetrar en lo que quiso decir el autor, a través de una malla de palabras al azar, eso es agotador.

Es un caso muy extremo, pero de ninguna manera único. A poco que uno sea consciente, este tipo de mala traducciones es muy habitual en este género. Me está costando mucho terminar otro libro, «La extraña muerte del marxismo», de Paul E. Gottfried, y me temo también aquí que la mala traducción está contribuyendo a ello, aunque me queda la duda de que el contenido y estilo del propio texto original contribuyan a ello. Al fin y al cabo, que en Europa editemos y leamos el análisis sobre la izquierda europea, hecho por un norteamericano que obviamente conoce menos que nosotros sobre el contexto político del continente, es una buena demostración de hasta qué punto llega el imperialismo lingüístico y cultural. Pero, como decía, tampoco ayuda una traducción que, por limitarse a dos páginas contiguas, confunde expatriado con exiliado (p. 69) o que interpreta «the core region that benefits from economic development may continue to widen» como «la región central beneficiaria del desarrollo económico puede continuar con su vaciamiento».

Estamos en periodo de transformación en el mundo editorial, con cambios en la forma de acceder a los libros, y mayor accesibilidad de materiales que antes eran difíciles de obtener, por extranjeros, minoritarios, o caros. Si las editoriales y los servicios de publicaciones no se aseguran de proporcionar una mínima calidad, no tienen ningún futuro.

Así que, por favor, cuiden la traducción de las obras de no-ficción. Es un trabajo muy importante, tanto o más que el de la narrativa. Encarguen el trabajo a especialistas y asegúrense de que se revisa adecuadamente. Los lectores somos exigentes, y no nos conformamos con chapuzas.