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Homenaje a los internacionales

Estas semanas se están multiplicando los homenajes a las Brigadas Internacionales, con ocasión del 75 aniversario de su fundación. Los ha habido en Madrid, en Albacete, y ahora en Barcelona, lugares muy unidos a la trayectoria de estos voluntarios cuyas convicciones e ideales les trajeron a España  para colaborar en la lucha contra el fascismo. Homenaje a las brigadas internacionalesAsistí a una parte del homenaje en Madrid, pero no he podido hacerlo en Barcelona, y eso que me habían invitado a participar en uno de los que se van a llevar a cabo: el que ha organizado la Asociación Catalana de Esperanto para este domingo, como una de las actividades del Congreso Catalán de Esperanto.

Y es que hubo una relación entre las Brigadas Internacionales y el esperanto: hubo muchos brigadistas que hablaban este idioma internacional, en el que se desarrollaron además numerosas acciones en defensa de la legalidad republicana. No me extiendo mucho ahora, ya que lo hice en otro escrito, del que hablé ya antes aquí, que presenté en un congreso de historia, y que se puede leer directamente en la Red. Por esta razón la asociación me había invitado a participar en el homenaje, pero por razones personales, y también llamémoslas institucionales, no he podido participar. Pero sí quería dejar constancia del acto, y animar a los barceloneses que me lean a pasarse por el Fossar de la Pedrera el domingo 30 a las 11,30.

Ya de paso, aprovecho para informar de que he puesto en la red la traducción al catalán del artículo que sobre el movimiento obrero esperantista, y su vertiente cultural y educativa, se había ya publicado en esperanto en un libro al que ya hice mención hace algunos meses, y que también era accesible en castellano. La versión catalana, traducida por mi amigo Víctor, ha aparecido en el último número de Kataluna Esperantisto, y me ha parecido oportuno también hacerlo más accesible en html.

Gràcies amics, i bon congrés!

Democracia y etnismo

En los análisis sobre los acontecimientos democratizadores en el mundo árabe, hay un aspecto al que creo que se está dando demasiada poca importancia, y que a mí me parece crucial para entender ciertas dinámicas de resistencia poco consideradas en Occidente: el miedo a la opresión religiosa y a la limpieza étnica. El primero si es mencionado en ocasiones en conexión con el riesgo del islamismo, pero en general la posible opresión de las minorías es algo mucho menos analizado de lo que merece.

Y es que la democracia tiene un lado oscuro, para utilizar la expresión que da nombre al libro del sociólogo Michael Mann. Se trata de un libro controvertido, pero su interés es máximo, y además es muy oportuno. Trata sobre la limpieza étnica, y su tesis principal es que en determinadas circunstancias este fenómeno es una consecuencia natural de la democracia. Cuando se crea una sociedad civil, se pueden producir dinámicas en las que una parte mayoritaria de la población se enfrenta a una minoría definida, por ejemplo una etnia, a la que trata de asimilar, o, en casos extremos, eliminar. Puede ocurrir, por el contrario, y de forma contra-intuitiva, que las dictaduras sepan manejar mejor ese enfrentamiento étnico, evitando genocidios o limpiezas a gran escala.

Es, ya digo, un tema de plena actualidad, ahora que en ciertos países, por ejemplo los árabes, como ya ocurrió en el este europeo, se están dando fenómenos de democratización que van a permitir la participación de las masas, pero que han ocasionado o pueden ocasionar también enfrentamientos interétnicos, que hasta ahora estaban de alguna manera controlados, aun de forma imperfecta. Negros detenidos en LibiaPor ejemplo, lo vimos en los países salidos de la antigua Unión Soviética, y lo hemos visto estos años pasados en el caso de Irak, en donde la desaparición de un dictador dio paso a una dinámica de guerra sectaria, que ha llevado a las limpiezas étnicas dentro de determinadas zonas, y a la práctica pronta desaparición de comunidades tan tradicionales pero minoritarias como los cristianos. Se ha visto algo parecido las últimas semanas con el acoso a los coptos en Egipto o los asesinatos de negros y la persecución de los tuaregs en Libia.

Debo confesar que, como decía en mi artículo anterior, no he terminado de leer el libro, que he tenido que dejar tras el primer capítulo, cansado de una pésima traducción, que me impide enterarme de lo que el autor pretende comunicar, por lo que no puedo asegurar que reflejo bien el planteamiento y la tesis, y tampoco puedo juzgar si esas afirmaciones se demuestran convincentemente. Pero no me parece inverosímil, ya que otros estudiosos, como el fascinante Gellner, han hecho ver cómo el nacionalismo es un fenómeno moderno, derivado de la participación de las masas en el ámbito político, y cómo el estado-nación tiende a la homogeneización, bien integrando o expulsando minorías, bien creando nuevas sub-entidades donde las antiguas minorías repiten el fenómeno.

Aunque se han producido genocidios en dictaduras, el fenómeno de la limpieza étnica no es ajeno a la democracia, y parece que es más habitual en casos de sociedades que se libran de una dictadura, o en las que se produce cierto consenso democrático en al menos una parte de la población.

En este sentido, me parece que el caso de Siria puede dar lugar a problemas similares a los antes mencionados, y creo que el estudio de tesis que hacen ver los inconvenientes de fenómenos de transición democráticos puede ser útil. Lo cual no quiere decir, por supuesto, que me oponga a una evolución hacia mayores cotas de participación ciudadana en estos países, especialmente cuando están podridos por la corrupción y los abusos, sino que quiero hacer reflexionar sobre el discurso simplificador de que todo intento democratizador es positivo sin más (además de que no me creo la retórica de los gobiernos occidentales, pero esto es otro debate en el que no voy a entrar ahora). Creo que muchos opinadores sobre los sucesos de Siria no tienen en cuenta el miedo de las minorías (alauíes, cristianos, drusos o curdos) hacia una opresión por parte de las mayorías, algo muy habitual en procesos de consolidación de un estado-nación.

No es extraño que en ciertas etapas de formación de los estados, un gobierno autoritario, gestionado por parte de una minoría, sea más estable y menos violento, incluso si es más injusto. En ese sentido, un proceso democratizador debe asegurar mecanismos de protección, al menos de forma transitoria. En fin, que las razones democratizadoras que se muestran en el Occidente para apoyar la llamada primavera árabe, parecen más una simplificación, o una mera excusa, que algo pensado en profundidad.

Un temor similar se me presenta en el caso de Sudán del Sur. Aquí de nuevo parece que soy completamente minoritario, si se considera la práctica unanimidad de la opinión pública en la alegría por la creación de un nuevo país, que divide a la población negra del sur de los árabes del norte. A algunos les parecerá extraño que me preocupe una decisión que ha tomado el 99% de los habitantes de un territorio y ha aceptado la otra parte a quien afecta la decisión. No soy yo quien debe decidir la organización política de un país del que no sé casi nada. Pero quiero hacer notar que la secesión es a la vez un gran fracaso y una importante amenaza.

Fracaso, porque supone abandonar esfuerzos de creación de una sociedad laica e integradora. El propio fundador del partido hoy en el poder en Sud-Sudán, John Garang, fue un defensor de un Estado laico e integrador para todos los sudaneses, y su muerte y los acontecimientos posteriores han acabado con ese sueño. Ahora vamos a tener dos estados definidos por la raza y la religión, en vez de por un sentido cívico de pertenencia, y no creo que eso sea un buen resultado. Lógicamente, las minorías en ambas partes se van a ver presionadas aún más, porque lo que nunca consiguen estos acuerdos es crear estados monoétnicos. Sin embargo, al definirse por la etnia o la religión, adquieren una mayor legitimidad para homogeneizar o perseguir el resto de minorías. Lo vamos a ver, desgraciadamente, en ambos nuevos estados, que no son, ni mucho menos, monoétnicos, ni siquiera tras la división. [NOTA: Para quien quiera leer análisis más profundos sobre Sudán, Le Monde Diplomatique publicaba en febrero sendos artículos de Marc Lavergne y Gérard Prunier, que recomiendo; desgraciadamente las versiones en español no están en red (1, 2); yo las he leído en Esperanto (1, 2) pero también son accesibles en francés (1, 2) y en un caso en inglés (1)]

A la vez es una amenaza, porque, como ya ocurrió en el caso de la división entre la India y Pakistán, que yo considero que es la mayor tragedia que ha ocurrido en el mundo tras la Segunda Guerra Mundial, y cuyas desgraciadas y mortíferas consecuencias no hemos terminado de ver todavía, las secesiones rara vez eliminan o disminuyen los conflictos armados y las limpiezas étnicas. También allí, como ahora, quedaron fronteras sin ajustar. Lo mismo sucedió en un lugar mucho más cercano a los países ahora nacidos: la división entre Etiopía y Eritrea, que ya mencioné cuando hablé de mi oposición (tan minoritaria también) a la secesión del Sáhara Occidental. La independencia de Eritrea no condujo ni a la paz, ni a la prosperidad, ni a la democracia. Lo mismo va a ocurrir ahora, desgraciadamente, en el caso de los dos Sudanes (y lamento ser agorero, pero me temo que el tiempo me va a dar la razón)

A veces tendemos a ver el etnismo como una supervivencia de tiempos bárbaros. Sin embargo, más bien suele ser un fenómeno moderno, propio de democracias o de procesos de consolidación estatal, en los que el grupalismo puede desempeñar un papel básico en la formación de la sociedad civil. Si fuéramos más conscientes de esta característica, quizás podríamos desarrollar mejores tácticas para prevenir genocidios y limpiezas étnicas, en vez de fiarnos de análisis que yerran en sus causas.

Versión en esperanto

Nos vemos en la Red

En estos momentos está comenzando el Congreso Español de Esperanto, la reunión de hablantes de esta lengua que se celebra todos los años, para disfrutar de las posibilidades que ofrece el idioma, tanto desde el punto de vista cultural como para conocer otras personas. En este caso, además, muchos aprovecharán para hacer algo de turismo, teniendo en cuenta que el lugar elegido es San Lorenzo de El Escorial, en un edificio histórico junto al famoso Monasterio.

Cartel del 70 Congreso Español de EsperantoSobre los detalles, casi me remito a la página web oficial del Congreso, que he enlazado arriba. Aquí simplemente quiero indicar que se trata de un encuentro abierto, donde una parte podrá ser visitada por personas que no hablen esperanto (conciertos, cine), y donde además habrá una presentación sobre el idioma que impartiré yo mismo (el viernes, día 1, a las 6), y también por las mañanas se podrá recibir un curso de iniciación.

Otra interesante característica es que el tema alrededor del que girará el encuentro es el análisis de las posibilidades que ofrece últimamente Internet en relación con el aprendizaje y disfrute del idioma. Y para ello vamos a practicar con el ejemplo: gran parte del programa va a ser emitido por la red, en la dirección http://www.livestream.com/70ahispanakongresodeesperanto (accede allí si quieres comprobarlo, o mira en la parte del blog en esperanto, donde también he incluido el acceso)

También nos podéis seguir por Twitter, con la dirección @70HEK (70ª Hispana Esperanto-Kongreso). Nos vemos, y nos hablamos, allí mismo.

El erróneo refugio del patriotismo

Hace un par de meses ya manifesté aquí mis temores que la respuesta de algunas capas sociales a la crisis podría ser el incremento del nacionalismo (o el patriotismo, que para mí son términos sinónimos). Pues bien, este pronóstico se ha visto parcialmente confirmado en las elecciones regionales y municipales del domingo pasado en España. Y sigo creyendo que es un error.

En épocas de crisis, cuando los débiles se encuentran a merced de las acometidas de los poderosos, o de fuerzas sociales que no saben dominar, es normal que abandonen el individualismo más corriente en momentos más desahogados, y que busquen una línea de defensa común. Desgraciadamente, la experiencia de otros tiempos históricos o de otros lugares, indica que no es descartable que la defensa común se organice no de forma universal(ista), sino refugiándose en grupos más o menos artificiales, definidos por criterios territoriales o étnicos. El patriotismo se convierte en un refugio, y la rabia o la línea de acción se dirigen no contra el sistema general, o contra los abusos de personas o grupos económicos concretos, sino contra un enemigo externo, aunque sea otro grupo de víctimas.

Es una tendencia que, como ya dije en esa otra ocasión, se está viendo en Europa, con el auge de movimientos ultraderechistas o xenófobos. Entonces me centré más en la posible vuelta del antisemitismo, pero quiero aclarar que no es ésta la manifestación más peligrosa. Es más, lo importante no suele ser el objeto del odio, sino, sobre todo, el hecho mismo de que haya alguien a quien odiar. Los odios se pueden cambiar sin problemas.

En España

Hasta el momento no se estaban viendo en España grandes manifestaciones de esta tendencia, pero los que vivimos en entornos populares sabemos que el movimiento de fondo estaba creciendo, aunque no tuviera reflejo en la política general o en los medios de comunicación, que suelen reflejar más los puntos de vista de las clases medias.

Es más, una de las virtudes del movimiento juvenil que se ha manifestado en los últimos días, bajo el lema de «Democracia Real Ya», es, a mi entender, que puede canalizar el movimiento de protesta de forma más atinada, hacia el sistema general, en vez de hacia los grupos externos, que sufren igual el impacto de las malas prácticas económicas. Lo escribí hace unos días, cuando este movimiento comenzó a ganar fuerza, en un texto anterior cuyo enlace incluyo aquí, aunque está escrito sólo en esperanto (no me pareció muy necesario escribir sobre este asunto en castellano, ya que sobran análisis de personas más competentes que yo, pero sí quise escribir algo para quien me lee fuera de nuestras fronteras)

Sin embargo, ese esfuerzo meritorio no ha sido suficiente: como se puede ver en los resultados, los patriotas crecen. Los xenófobos llegan a los ayuntamientos de las zonas obreras de Cataluña, los abertzales triunfan en el País Vasco, los populistas locales sorprenden en Asturias o Córdoba, los neoespañolistas de UPyD se consolidan en Madrid y otros lugares. Incluso en el caso del Partido Popular, cuanto más extremista el candidato, más apoyo recibe.

¿Cómo cambiar esa dinámica? Yo creo que fortaleciendo el Estado frente a las empresas y los individuos (sobre todo los poderosos). Cuando los expertos y los mercados piden lo contrario, es bueno recordar que una consecuencia de la ruptura de la cohesión social es el refugio en los grupos más pequeños, y en la lucha de todos contra todos. Los poderosos pueden permitirse el lujo de aplicar medidas individuales a sus problemas. Pero los débiles necesitan cohesión, leyes, convenios, tejido social. Si se desmantela en un lugar, lo buscarán en otro, no precisamente mejor.

Es una lección que la izquierda debería recordar, porque cuando la olvida y se concentra sólo en la retórica y en las acciones simbólicas pero vacías, deja de representar a los más débiles y recibe un batacazo como el de estos días. Y la derecha se frota las manos, porque consigue aglutinar bajo una bandera a los culpables y las víctimas. Éstas no solucionan sus problemas, pero se sienten más apoyadas. Un error quizás comprensible en algunos sectores sociales, pero un error al fin y al cabo. Y a veces la antesala de un crimen.

¿Qué ha pasado en estos dos meses?

Si hubiera blogueado aquí durante estos dos meses, ¿de qué hubiera escrito? Bueno, mucho ha pasado durante esta pausa, en relación con el esperanto. Obviamente, la Copa de Fútbol, pero eso, como en las películas de misterio, lo dejo para el final (sí, no es broma, y tengo algo original que decir sobre el asunto)

Lo más visible en estos meses ha sido la aparición del esperanto en un telediario. Ocurrió a principios de junio, dentro del segmento “¿Te acuerdas?” de los informativos del domingo en Televisión Española. Tras unas imágenes antiguas, la reportera se preguntó cuál era la situación del esperanto en la actualidad, y se fue a Cheste, donde históricamente ha habido una importante proporción de hablantes de este idioma, y también nos entrevistó a unos cuantos amigos en una terraza de Madrid. La cosa quedó un poco superficial para mi gusto, con excesivo enfoque en lo anecdótico, pero supongo que ello es inevitable en el medio televisivo. De todas formas, lo mejor es que cada uno juzgue el reportaje por sí mismo:

La realidad es que el reportaje llamó la atención, como pude comprobar en comentarios de amigos y compañeros, y también por el notable incremento de visitas a esta web y a otras similares. Además, fueron visitas de calidad, podría añadir, por el interés y el tiempo que se tomaron en informarse sobre este idioma, leyendo diversas páginas y conectando con los enlaces pertinentes.

No puedo decir exactamente lo mismo sobre el otro pico de visitas que tuvo este blog, como consecuencia del conocido efecto menéame. Hace unos días llegó a portada de esa conocida web un texto de ésta sobre la oportunidad de encontrar un sucedáneo a la letra eñe para el caso en que ésta no se visualice correctamente en los medios electrónicos o impresos. Me alegró saber que hay mucha gente que percibe el problema y está dispuesta a hacer algo al respecto. En cambio, resulta desolador comprobar la gran cantidad de personas que se asoma a la página apuntada en esa web, y se va sin apenas leerla. En cualquier caso, hubo lectores que se interesaron o incluso comentaron, aunque, por desgracia, es muy posible que no pueda mostrar los comentarios que me dejaron, por el citado problema con la anterior tecnología del blog; si al final no lo consigo, sólo puedo decir aquí que lo siento.

Por las mismas fechas que el reportaje de televisión, y cerca del lugar de rodaje, tuvimos otra interesante actividad relacionada con el esperanto en Madrid: un homenaje al poeta Miguel Hernández, ahora que se cumple su centenario. Su traductor al esperanto, su casi homónimo Miguel Fernández, junto con Ana Manero, declamaron sus poemas en español y esperanto, en un acto muy bello y emotivo. Colgué unas fotos en Ipernity, y también hay aquí un vídeo del evento.

Durante estos días me ha llegado un libro que debería formar parte de la serie “en papel” que estaba sacando estas últimas semanas (1, 2 y 3). Se trata de un homenaje a una persona muy conocida en el mundo esperantista, el profesor anglo-estadounidense Humphrey Tonkin, que ha sido, entre otras muchas responsabilidades, presidente de la Asociación Mundial de Esperanto. El libro “La arto labori kune” (El arte de trabajar juntos) contiene casi un centenar de artículos muy diversos de diferentes autores, incluyendo uno mío sobre el movimiento de los trabajadores esperantistas en las primeras décadas del siglo XX en España. Un mes de estos espero poderlo publicar en la web, quizás incluso traducido al castellano, y entonces ya hablaré más del asunto.

Otra acción que va a dar que hablar es la celebración este año en una ciudad latinoamericana, La Habana, del congreso mundial de esperanto, dentro de un par de semanas. Con esta ocasión esperamos que el movimiento esperantista pueda dar un paso adelante en la América hispana, una región relativamente débil en la penetración de esta lengua internacional. Desde la Fundación Esperanto hemos emprendido una campaña de envío de libros de enseñanza y lectura, para su uso en Cuba y resto de países de la zona, y espero que podamos ayudar más a este propósito en lo que queda de año.

Y con el Congreso de Cuba está relacionado el asunto que adelantaba al inicio: la celebración de la Copa Mundial de Fútbol. Parecerá que se trata de dos temas que no tienen nada que ver, pero como ya escribí hace cuatro años, se trata de dos fenómenos muy relacionados: desde hace varias ediciones, el vencedor de la Copa es el país que acoge el Congreso de esperanto. Ya ocurrió en las tres últimas ediciones, aunque este año tenemos el inconveniente de que Cuba no participa en el campeonato. En este caso, ya hace cuatro años se adelantó desde la Asociación Mundial de Esperanto que en circunstancias de este tipo el campeón será el país que alberga la sede de la asociación, es decir, Holanda. Esta previsión la adelanté a principios del campeonato en otra página web, y en conversaciones privadas, y fue despreciada por muchos. Sin embargo, puede verse ahora que hay un fondo real en la misma, y muchas posibilidades de que se confirme. Bien es verdad que algunos han apuntado el hecho de que España tiene, como penúltima potencia colonizadora, y madre patria de Cuba y de los hermanos Castro, el derecho de recibir el privilegio que le correspondería al país caribeño, así que no todo está perdido para los aficionados futboleros españoles. Pero en cualquier caso, ¿hay alguna duda de la influencia del esperanto en todo lo que realmente importa en el mundo?