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Cumplimos 125 años

Hoy día 26 celebramos el cumpleaños del esperanto. Puede parecer extraño, pero es así: el idioma esperanto es especial en este sentido: sabemos cuándo salió a la luz, y cómo a partir de una idea de un solo individuo se convirtió en una empresa colectiva. El 26 de julio de 1887 (14 de julio en el calendario oficial en el entonces Imperio Ruso) se publicaba en Varsovia un modesto libro, con el título de «Lengua internacional. Introducción y manual completo (para rusos)», cuyo autor, el joven médico Lazarj Markovich Zamenhof, se ocultaba bajo el pseudónimo «Doktoro Esperanto» (el que tiene esperanza). emblema del 125 aniversario del esperantoEste Primer Libro, del que pronto saldrían versiones en otras lenguas, dio inicio a un fenómeno único, por medio del cual personas de todos los países y culturas se comunican de forma cotidiana, igualitaria y plena, sin que importen el origen o la identidad nacional.

Desde entonces el esperanto no ha dejado de funcionar y evolucionar, creando una cultura muy atractiva e interesante, y sirviendo de puente de encuentro universal. Estos días los esperantistas lo estamos celebrando como solemos: hablando y escribiendo, encontrándonos en el mundo real y el virtual, con la seguridad de que se trata de una lengua que durará otros tantos años y continuará ahí, a disposición de quien se interese por lo que pasa más allá de su pequeño círculo personal o cultural.

Actualización: y así es como lo ha contado Televisión Española:

La ciencia nacionalista

Cada vez que uno lee en los medios de comunicación las noticias económicas en los últimos tiempos, la impresión que se obtiene a menudo es que no sufren las personas, sino los países. No se habla de griegos, sino de Grecia; no de los problemas de (muchos) españoles sino de las dificultades de España. Todo es hablar de la deuda de cierto país, del carácter de los ciudadanos de otro, que sería la causa de sus problemas económicos, de los compromisos financieros de un tercero, y así sucesivamente. Igual aparece esa perspectiva en los artículos periodísticos, que en los análisis económicos, que en los foros con comentarios, que en las conversaciones de café.

Lo que parecen ignorar todos los economistas y quienes les siguen, es que la homogeneidad en el seno de cada uno de esos países no existe, y que todas las medidas que se toman van a beneficiar o perjudicar de forma diversa a las capas o clases sociales en el interior de cada nación.

Por eso es por lo que protestamos muchos estos días, y es lo que causa la indignación de movimientos como los «indignados» o el «Occupy». No se trata de negar la existencia de una crisis económica en un país o una sociedad, sino del reparto de soluciones y responsabilidades en el interior de éstas. Es algo que gran parte de los economistas no suelen o no quieren ver, y creo que es un problema de deformación profesional, del que sólo una minoría parece escapar.

Hace algún tiempo leía un libro sobre la Economía, con el título «La ciencia humilde». Debo confesar que lo abordé con el hacha levantada, porque a partir de lo que todos los días leemos en los medios de comunicación, me parecía un título doblemente engañoso: dudaba de que la Economía pueda ser llamada ciencia, y desde luego tampoco parece que los economistas sean humildes, dada la facilidad y la seguridad con la que nos recomiendan sus medidas. Pero tras terminar de leerlo, mi prejuicio fue amortiguado en una gran parte: veo que los verdaderos economistas son más conscientes de lo que dejan ver, sobre las incertidumbres con las que trabajan y la falibilidad de sus hipótesis, y más rigurosos de lo que sus habituales fallos en la previsión del desarrollo económico nos demuestran, o de la simplificación en que incurren en charlas y artículos periodísticos.

Pero me quedé con esa otra impresión a la que antes hacía referencia, y que no deja de aumentar día tras día: que se trata de una ciencia nacionalista, que toma como referencia fundamental la nación o el Estado. No es que el autor, un socialdemócrata como Alfredo Pastor, se olvide completamente de los ciudadanos concretos, ni que ignore el componente social de las consecuencias de las políticas económicas, pero la impresión que obtuve del libro es que el objetivo último de un economista, tanto teórico como práctico, es el resultado sobre el país en su conjunto, y que eso es lo que valida las teorías o las medidas que toma. Ése es el foco que parece estar insertado en el corazón de un economista, lo que es tan inmediato que parece que le pasa desapercibido al propio sujeto. Es por lo que se juzgará a un ministro de economía: el crecimiento total de la nación, o los parámetros agregados (déficit público, etc) de su administración, independientemente del reparto en su interior. Podrá aumentar la desigualdad, la miseria de las capas más bajas, o el malestar social, que todo ello sólo será considerado, en la medida en que afecte a las magnitudes agregadas.

Se trata en definitiva de competir con otros países, compararse con ellos, medir primas y déficits. Es lo que saben hacer y por lo que les pagan.

No pido que se ignore de todo el enfoque territorial. Al fin y al cabo, no se puede escapar de él si se defiende la intervención del Estado, o se está a favor de la integración regional, como es mi caso.

Tampoco defiendo que no se midan estas magnitudes. Al fin y al cabo, si es una ciencia, medir es básico, y lo he defendido en otros textos de esta bitácora. Simplemente, que se usen más los índices que miden las desigualdades o la pobreza.

Y que dejemos de hablar de los problemas de Grecia, y nos enfoquemos más en lo que sufren los griegos. O lo que sufren o sufrirán (algunos) españoles.

Acabar cantando tangos en esperanto

Como contaba en mi anterior texto, este pasado puente hemos celebrado el congreso español de esperanto en Almagro. Ya decía entonces que lo de congreso suena muy solemne, y quizás deberíamos cambiarle de nombre. Es verdad que dio tiempo a trabajar algo, y a discutir aspectos formales y organizativos, pero sobre todo el contenido fue lúdico, cultural y amistoso. Hablamos mucho en esperanto, también con bastantes no castellanohablantes que se acercaron esos días a acompañarnos (algunos de tan lejos como Australia, Japón o Estados Unidos), y además hubo teatro, música (muy buena), cine, literatura, juegos y mucho más.

El congreso puede resumirse en el titular «el esperanto es una lengua viva, que funciona», que recogieron varios medios de comunicación como balance. Pero si uno quiere juzgarlo por sí mismo, quizás sea mejor comprobarlo en este vídeo, aunque no se entienda esperanto.

Hubo tan buen ambiente y se puede disfrutar tanto en ese idioma, que el último recuerdo que tengo es que alguno acabó cantando tangos en esperanto. Y no es el único.

De nuevo en Almagro

Hace justo dos años estaba teniendo lugar lo que comentaba en este artículo:  no sólo que celebraba mi cumpleaños, sino que lo hacía en Almagro, en un encuentro de jóvenes esperantistas, con mucha diversión y muy buen ambiente. Tanto nos gustó el lugar y el programa, que este año vamos a repetir la idea, a un nivel algo mayor: dentro de un par de semanas tendrá lugar en el mismo sitio el 71 Congreso Español de Esperanto.Cartel del 71 Congreso Español de Esperanto

Bueno, lo de congreso suena muy oficial, pero, como se puede ver en este vídeo sobre el encuentro juvenil citado, o en este otro sobre el congreso del año pasado en San Lorenzo de El Escorial, se trata de una cita no del todo formal, en la que los hablantes de esperanto nos reunimos no sólo para hablar en nuestra lengua y para organizar actividades de promoción, sino para disfrutar de las posibilidades culturales y lúdicas que este idioma permite.

Este año, por ejemplo, tendremos un homenaje al teatro, aprovechando la tradición de la ciudad que acoge el congreso, o una celebración del 20 aniversario de la constitución de la Escuela Ibérica de escritores en esperanto, que agrupa a algunos de los mejores literatos actuales en este idioma, varios de los cuales participarán en el encuentro.

También habrá cine, una de las manifestaciones culturales donde más está creciendo la creación en esperanto. O música, con la actuación de Kaj Tiel Plu (pronunciar kay-tíel-plu, que significa etcétera), una banda catalana, que toca música folklórica de esa región y de las adyacentes, traducida al esperanto, y que realmente merece la pena. Habrá debates, juegos, concursos, subastas, un taller de astronomía y otro de masajes, y mucho más.

También tendremos actividades para quien (aún) no hable esperanto: presentaciones de la lengua, un curso de iniciación, una exposición, películas, etc. Si hablas esperanto, no dudes en apuntarte. Si todavía no lo haces, acércate; quizás no te enteres de muchas cosas, pero podrás disfrutar de suficientes de ellas, y seguro que se te quitan muchos prejuicios.

En marzo empieza nuestro Año

Este año 2012 se cumple un importante motivo de fiesta en el mundo del esperanto, el 125 aniversario de la publicación del libro que daba a conocer esta propuesta de lengua internacional. El 26 de julio será, por tanto, el cumpleaños del esperanto.logo del 125 aniversario del esperanto

Durante el año está previsto celebrar el evento a lo largo de todo el mundo. En España se ha preparado una campaña específica, cuyas primeras actividades comienzan este mes. En concreto, desde el día 1 puede visitarse una exposición sobre la cultura y la realidad del esperanto en un centro cultural de Madrid, el C.C. Buenavista, en pleno barrio de Salamanca y muy cerca de la Plaza de Toros.

La exposición es básicamente igual a la que ya describí hace unos meses, cuando tras su paso por varias ciudades españolas también se acercó por Alcorcón. Aunque ya se puede visitar, organizaremos un acto de inauguración el lunes 5 de marzo, sobre las 18,30, con una charla que daré yo mismo, con el título de «El fenómeno esperanto, 125 años de una lengua diferente».

Nos vemos allí. Creo que merece la pena descubrir un idioma bastante desconocido, que lleva 125 años comunicando más de los que los medios convencionales quieren hacer creer.

Racismo en las películas antirracistas

Está decidido, ya hay una película de este año que no voy a ver, aunque le den el Óscar. Y eso que es una de las mayores candidatas, y le acaban de conceder varios premios, entre ellas el dedicado a la mejor película en los premios anuales del sindicato de actores estadounidense. Me estoy refiriendo a «Criadas y señoras» (en el original, «The Help»). Y es que no me gustan las películas hipócritas.

Si el póster de la película Criadas y Señoras dijese la verdad«Criadas y señoras» es el último caso de un fenómeno que ya denuncié hace algún tiempo, en mi otro blog en esperanto: el de las películas presuntamente progresistas, anti-racistas, que se traicionan a sí mismas focalizando su atención en protagonistas blancos, de forma que las que los buenos sentimientos mostrados se contradicen con el propio punto de vista del que parten. En este caso, la acción está focalizada en el Sur de los Estados Unidos, en la época de la segregación de los negros, pero la historia gira alrededor de la protagonista blanca. No me extraña que algunos negros la hayan criticado y que el póster de al lado haga burla del tema: me parece una vergüenza.

El problema es que, como digo, no es la primera vez que ocurre. Hollywood lo hace continuamente. Así que me voy a copiar a mí mismo, para mencionar algunos ejemplos.

Mi anterior texto lo escribí tras ver “Australia”, una película filmada cuando Nicole Kidman estaba en lo alto de su carrera, y que gozó de un enorme éxito de taquilla. En ese, la trama se plantea como una defensa de los aborígenes de las Generaciones Robadas, pero al final tal denuncia queda como un subproducto en una historia de amor de dos australianos blanquísimos.

No es un fenómeno aislado. Cuando Hollywood decide criticar el racismo contra los negros recurre a abogados blancos (“Matar a un ruiseñor”), a policías blancos (“Arde Mississippi”) o a periodistas blancos (“Grita libertad”).

Es el caso también de algunas de esas películas en las que los indios son los buenos, pero no tanto que puedan ser los protagonistas. Es más, al parecer ni siquiera pueden ser el amante del protagonista, como en el caso de “Bailando con lobos”, el filme más hipócrita de la historia, en el que Kevin Costner puede ser amigo de los pieles rojas, pero tiene que encontrar una india de origen rostro pálido para que se desarrolle la inevitable historia de amor.

Puede incluso ocurrir, como en “El año que vivimos peligrosamente”, que no sólo sean blancos los protagonistas, sino incluso el actor que representa al nativo del país.

Ello no obsta para que en ocasiones el filme pueda ser una obra maestra, cuando la calidad del director, o la complejidad de la historia lo permiten (y en mi opinión algunas de las citadas lo son).

Pero quien quiera observar la diferencia entre escoger uno u otro punto de vista, puede ver dos de las películas más famosas sobre la guerra de Argelia, “La tortura” (“La question”) y “La batalla de Argel”. Donde en la primera los protagonistas son los franceses buenos, en la segunda lo era el propio pueblo argelino. La primera era una película bienintencionada. La segunda es, aún hoy, una gran película.

Tras mi anterior texto, he visto varios casos más, algunos de ellos en un artículo de Cracked.com sobre prejuicios de Hollywood. Aunque se trata de una web humorística y a veces algo bestia, da en el clavo en este y otros habituales trucos de la industria cinematográfica: no sólo que debe haber blancos buenos para que las películas con conflictos raciales funcionen en la taquilla, sino que las mujeres fuertes tiene que morir a media película, o Julia Roberts no puede ligar con un negro aunque todo el desarrollo de la película lo requiera.

Ya sabemos que Hollywood tiene tanto poder que puede hacer lo que quiere. Pero que no nos haga pasar por progresivo lo que es puro mainstream.

25 militares de la República

Al final salió: se acaba de publicar el libro «25 militares de la República», que, editado por el Ministerio de Defensa, recoge las biografías de, como indica el título, 25 militares profesionales que durante la guerra civil defendieron la legalidad republicana, y por ello sufrieron la venganza y la inquina del régimen triunfante. Portada del libro '25 militares de la República'Como hizo notar en la presentación del libro su coordinador, Javier García Fernández, de los veinticinco, siete murieron fusilados, quince exiliados, y tres en España, pero perseguidos o despreciados.

Hago notar un dato que he mencionado, y que podría pasar inadvertido: la obra ha sido editada por el Ministerio de Defensa. Ello es notable, porque por fin desde ese organismo se reconoce el valor de personalidades que fueron miembros de las fuerzas armadas, y de los que éstas no parecían sentirse herederas ni orgullosas. Se trata sin embargo de figuras que cumplieron con su deber de forma estricta: obedeciendo a sus superiores y a la legalidad de su país.

El libro contiene una contribución mía: la biografía del coronel Julio Mangada Rösenorn. Sobre este destacado militar ya he tratado en esta web en diversas ocasiones, dada su fuerte vinculación con el movimiento esperantista. Le había dedicado una amplia semblanza en esperanto, pero faltaba hasta el momento una biografía más completa en castellano. Como he dicho en otras ocasiones, era extraño que una persona que fue tan famosa en diversos periodos de su vida, hubiera sido condenada casi al olvido salvo en ambientes especializados. Peor aún: incluso en estos ámbitos su imagen está claramente distorsionada: se le adjudica una fama de loco, derivada de algunas caracterizaciones de la época, que creo que no merece, o que al menos deben ser fuertemente matizadas.

No voy a negar que ciertos rasgos de Mangada le acercan a una figura quijotesca, en ambos sentidos de la palabra («hombre que antepone sus ideales a su conveniencia y obra desinteresada y comprometidamente en defensa de causas que considera justas, sin conseguirlo» y «hombre alto, flaco y grave, cuyo aspecto y carácter hacen recordar al héroe cervantino», según el DRAE), y así lo he hecho notar en el texto. Pero espero haber dado los elementos de juicio necesarios para que cada lector saque una conclusión más fundada sobre su personalidad, sobre la que ha caído un juicio que sucesivos historiadores habían aceptado hasta ahora con poco espíritu crítico.

La biografía que he publicado cubre todas sus facetas: su vida personal y profesional, su activismo, su relación con diversos movimientos sociales, sus momentos de brillo y su posterior apagamiento, las opiniones muy polarizadas sobre su papel militar y político y sobre su carácter. En el proceso de edición se ha suprimido una parte de su relación con el esperanto, una de las actividades que más le ocuparon, y que en gran parte permite valorar su carácter, ya que su aproximación a este idioma estaba netamente ideologizada. Tampoco ha cabido la discusión sobre su amplia obra escrita, algo que le diferenciaba de la mayoría de sus colegas de armas. Es una pena, porque creo que completaban bien su figura, aunque comprendo que en el contexto de una obra como ésta no se puede profundizar en todos los aspectos que definen la personalidad de los biografiados.

Jorge Martínez Reverte y Javier García Fernández durante la presentación del libro '25 militares de la República'No sé si la obra va a tener la difusión que merece, y va a conseguir el objetivo que sería deseable. En los medios sólo he visto hasta el momento un reportaje amplio: la entrevista que «Público» hizo al coordinador del libro. La primera noticia sobre éste, no obstante, fue indirecta: el artículo de Ángel Viñas en «El País» sobre uno de sus biogrados, el coronel Segismundo Casado. Se trata sin embargo de un artículo que ilustra uno de los problemas historiográficos del que este libro al parecer no se libra: que incluso tras más de setenta años es difícil evitar la guerra cainita en el interior del campo republicano. Las polémicas sobre las culpabilidades de cada facción son irreconciliables, y aparecen a poco que se rasque. De hecho, en la propia presentación del libro se reprodujeron estas diferencias de opinión, en la intervención de Jorge Martínez Reverte, que copresentó el acto (y que aparece en la fotografía adjunta, junto con Javier García Fernández), y en el debate posterior. A mí no me parece mal el debate (y de hecho he expresado mi opinión en este mismo blog), pero me parece que a menudo la pasión puede sobre la objetividad, y que no era éste el lugar más adecuado para tratar un tema importante, pero que puede oscurecer el objetivo principal de la obra: recordar a aquéllos a quienes su condición de perdedores les hurtó de ser reconocidos como se merecen, incluso por la institución, el ejército, que tantos sirvieron con lealtad y honestidad.

Un debate contaminado por la Inmaculada

Voy a cumplir mi rito anual: como todos los años este día 8 de diciembre me voy a meter con la Purísima 🙂

Pero este año no voy a estar solo. Por fin se empieza a debatir si tiene sentido una fiesta como ésta. Aunque me temo que, como de costumbre, el debate se ha desenfocado a propósito, para dejar de lado la raíz de la cuestión, hablar sólo de productividad, y aprovechar para eliminar derechos sociales, sin entrar en el fondo. En concreto, el problema no es que haya muchas fiestas, con la posibilidad de unir días sueltos para aumentar el periodo de descanso, ya que en el fondo es mucho más importante el número total de horas trabajadas. Lo ha explicado mucho mejor Isaac Rosa, así que me evito más consideraciones.

Lo que ocurre es que se ha tomado una situación excepcional, este inmenso puente al final del año, como un espantajo para generalizar una situación particular, y para dar argumentos a un intento de eliminar otro tipo de derechos. En concreto, quiero defender que no es que haya demasiadas fiestas, sino que los periodos de descanso no los determina una planificación racional o una tradición aceptada, sino la fuerza injustificada de una instancia que aún mantiene más poder de la que merece: la Iglesia católica.

El problema con este puente es que se concentran fiestas en un mes que no las necesita, cuando ya están tan próximas las celebraciones del solsticio de invierno (perdón, de la navidad). En cambio, tendremos un primer trimestre sin apenas descansos, que se nos va a hacer larguííííísimo. La Virgen

Pero es que además esta fiesta no tiene ningún sentido: casi nadie sabe lo que se celebra. Es más, como ya dije en otra ocasión en mi anterior blog, quien cree que lo sabe, en la mayor parte de los casos está equivocado. Pruébalo: piénsalo y luego pincha en el enlace; es posible que te lleves una sorpresa (pista: no es el embarazo de María)

En fin, que si van a cambiar las fiestas, que no dejen opinar a la Iglesia católica. Quién sabe que nuevo calendario absurdo se les ocurriría proponer.

Homenaje a los internacionales

Estas semanas se están multiplicando los homenajes a las Brigadas Internacionales, con ocasión del 75 aniversario de su fundación. Los ha habido en Madrid, en Albacete, y ahora en Barcelona, lugares muy unidos a la trayectoria de estos voluntarios cuyas convicciones e ideales les trajeron a España  para colaborar en la lucha contra el fascismo. Homenaje a las brigadas internacionalesAsistí a una parte del homenaje en Madrid, pero no he podido hacerlo en Barcelona, y eso que me habían invitado a participar en uno de los que se van a llevar a cabo: el que ha organizado la Asociación Catalana de Esperanto para este domingo, como una de las actividades del Congreso Catalán de Esperanto.

Y es que hubo una relación entre las Brigadas Internacionales y el esperanto: hubo muchos brigadistas que hablaban este idioma internacional, en el que se desarrollaron además numerosas acciones en defensa de la legalidad republicana. No me extiendo mucho ahora, ya que lo hice en otro escrito, del que hablé ya antes aquí, que presenté en un congreso de historia, y que se puede leer directamente en la Red. Por esta razón la asociación me había invitado a participar en el homenaje, pero por razones personales, y también llamémoslas institucionales, no he podido participar. Pero sí quería dejar constancia del acto, y animar a los barceloneses que me lean a pasarse por el Fossar de la Pedrera el domingo 30 a las 11,30.

Ya de paso, aprovecho para informar de que he puesto en la red la traducción al catalán del artículo que sobre el movimiento obrero esperantista, y su vertiente cultural y educativa, se había ya publicado en esperanto en un libro al que ya hice mención hace algunos meses, y que también era accesible en castellano. La versión catalana, traducida por mi amigo Víctor, ha aparecido en el último número de Kataluna Esperantisto, y me ha parecido oportuno también hacerlo más accesible en html.

Gràcies amics, i bon congrés!